domingo, 19 de septiembre de 2010

Treinta y tantos

Siempre me cuesta un tiempo adaptarme a mi nueva edad, así que he hecho un profundo análisis de los primeros 10 días con mis recién estrenados 31 años para comprobar el alcance real de los cambios que estoy experimentando.

Cambios sustanciales que he vivido…
  • He reducido la velocidad media con la moto de 65km/h a 58km/h por el riesgo que supondría una caída a mi edad… los huesos ya no sueldan como a los 30.
  • La voz amenazadora del anuncio de Danacol y su: “No deje el colesterol para luego. Aunque no lo notes, el exceso de colesterol puede taponar progresivamente tus arterias…” hizo que me diera cuenta de lo insensata que soy y el grave peligro que corro. Desde el lunes, me tomo tres al día.
  • El otro día en el FNAC sentí cierta molestia cuando el dependiente no me trató de usted. Se están perdiendo las formas.
  • La semana pasada la batería del móvil duraba de 3 a 4 días, ahora, inexplicablemente, sólo resiste 1 día y medio.
  • El crecimiento de mis uñas se ha ralentizado. Desconozco la repercusión que esto puede tener en mi futuro pero creí que debíais saberlo.
  • Me han diagnosticado una inestabilidad en el hombro derecho, bueno, falta la RMN que lo confirme pero, tratándose de “inestabilidad”, seguro que es eso.
  • Desde el día de mi cumpleaños soy poseedora de un perfume Tous. Fue el regalo de un paciente. Concretamente, de un paciente de la Dra.Zanui.
  •  Ayer por la tarde Gemma y yo ofrecimos a nuestros compañeros de trabajo un improvisado recital de “The very best of: Dúo Dinámico”, no faltaron “El final del verano”, “Quince años tiene mi amor”, “Resistiré” o “Quisiera ser”… al acabar nuestro concierto solté un “Eso era música y no lo de ahora…” entre suspiros. Creo que los de Danacol han olvidado comentar los efectos secundarios que su batido produce.

Pero hay cosas que nunca cambian…
  • Sigo con la masoquista costumbre de visitar blogs gastronómicos cuando estoy a dieta. Me alimenta visualmente y me calma. Un ejemplo de menú ideal sería: Tartaleta de cebolla para empezar, unos Canelones de pato y foie, y una Pastel de queso de postre.
  • Mi nevera sigue castigando mi mala memoria. La muy perra se resiste a abrirse cuando la he cerrado tan sólo un nanosegundo antes y alguna vez he perdido los nervios y la he increpado en voz alta: ¡Joder, pareces mi padre… que no quiero más comida, sólo voy a guardar medio calabacín que me dejé fuera!
  • Sigo canturreando de forma inconsciente las mismas dos canciones de siempre, “La Vie en Rose” de Edith Piaf y, “Fly Me to the Moon” de Frank Sinatra. Soy una romántica.
                                                 
  • La gente que habla por el móvil bajo su casco mientras van en moto, me sigue cayendo fatal, aunque no deja de asombrarme la capacidad auditiva de la que deben disponer.
  • La idea de ir al trabajo ataviada con traje ignífugo y un lanzallamas sigue repitiéndose insistentemente en mi cabeza. Además, últimamente oigo voces que me retan a hacerlo… el lunes reconocí la de Constantino Romero y ayer fue Gracita Morales la que me soltaba “¡Aaaaaaayy Señoriiiiiita, no tiene lo que hay que teneeeer!”
  • Me sigue flipando el menaje del hogar. Adoro -y cuando digo “adorar”, me refiero a venerar como a un Dios- la planta que El Corte Inglés tiene dedicada a la venta de tales objetos, cualquier artilugio de silicona, dispensadores de mantequilla, estampadores de galletas, descorazonadores de fresas, multicortadores, olivators, etc, etc… se puede encontrar allí.

  • He vuelto a coger de la estantería “Ilusiones de Oriente Medio” de Noam Chomsky, me he acomodado con mi pose de intelectual en el sofá, lo he abierto, he leído hasta la página 10 (las 7 primeras están dedicadas a agradecimientos, información editorial y las típicas páginas en blanco favoreciendo la desforestación del planeta), lo he cerrado y he adoptado mi pose de siempre en el sofá. Sigo sin entender nada.
  • Sigo con mi pasión por los zapatos (que probablemente me venga de la época en que era lo único con lo que no tenía problemas de talla). Siempre había sido de ir plana, pero desde hace unos años que me da por los tacones, ésta semana me he adjudicado un par de Muxart tirados de precio. ¡Como me caiga de ahí arriba sí que tendré problemas para soldar los huesos!

domingo, 5 de septiembre de 2010

Cojo la manzana, la miro, la muerdo y la piso...

La primera tienda Apple de España abrió ayer sus puertas en Barcelona.

Ojo a esto...



Tengo miedo…

 El que hace el video: -¿A qué hora llegaste?
 Chico con gorra, The #1: -A las 6:30 de ayer.
 E.Q.H.E.V: -¿De la mañana o de la tarde?
The #1: - De la mañana. (Pues claro, ¡no ves que le ha crecido la barba mientras esperaba! Además, ¿Qué clase de fanático perturbado sería si no pasase más de 24h delante de un plafón de madera a la espera de que abrieran las puertas de la nueva catedral de Barcelona?)
E.Q.H.E.V: -¿Tú desde cuando usas Apple?
The #1: -Desde el año 92. (Hummm… El año de los Juegos Olímpicos ¿Eeehh?, ¿Puedes demostrarlo? Factura de compra, alguna foto abrazado al mac, ¿Tienes testigos que confirmen tu versión?… ¿Quién ganó la final de 1500m en el Estadi Olímpic ese año? De tan exagerado parece sospechoso…


Otra entrevista de E.Q.H.E.V

E.Q.H.E.V: -¿Qué tal ha sido pasar la noche aquí?
Chico con camiseta azul, #2 (Loooooooser): -Pues bien, ha sido agradable porque íbamos hablando de experiencias con otros Maqueros… “¡Jo tío, que fuerte, una vez estuve 3 días seguidos comprando música del i-tunes y no tuve que reiniciar ni una sola vez! ¡Muerte a Microsoft hermanos!”, “Pues yo, una vez me apoyé sin querer en el teclado y salió Steve Jobs de la pantalla y me dio un beso con lengua… todavía lo flipo!”, “Oye, pues ahora que somos supercolegas podríamos montar un viajecito juntos para el verano que viene y hacer un tour por todas las tiendas Apple de Europa con mi Vespino… ¡Seguro que salimos en la tele nen!”


Me encanta el detalle del desayuno a la americana, ¡que majos son los de Apple joder! “Te doy un donut pero tienes que entrar a la tienda gritando '¡¡¡UUUUUHHH… UUUHHH… UUUHH…!!!' ¿Vale? ¡Give me five!”


El señor con gafas dice:
“Como catalanes nos sentimos orgullosos de tener la primera Apple Store aquí en Catalunya (cuando le cuenten a este buen hombre que en una semana abren la de Madrid, se le va a romper el corazón), porque esto demuestra que Apple, después de muchos años, ha estado pensando en los catalanes (¡este tío es el del morreo con Steve Jobs, fijo!), que todos los carteles y los indicadores sean en catalán. Por lo tanto hoy es un día histórico para los catalanes (¿?), para Catalunya (¡¿¿??!) y sobretodo, para los usuarios Mac.”

Lamentablemente, en este video no sale el momento en el que toda la panda de tarados que lleva horas esperando a que abran, empieza a corear el nombre de The #1, cuando está a punto de poner el pie en la tienda “¡¡¡Raúúúúúúúúúl… Raúúúúúúúúl… Raúúúúúúúúl…!!!” y Raúl, por supuesto, emocionado y habiéndoles reverencias. Está en Youtube, igual que la cuenta atrás antes de la apertura y los gritos cual quinceañeras Jonas Brothers adictas cuando retiran el plafón de madera que oculta el interior de la tienda y como todos graban su entrada con el i-phone y… lo recomiendo, no tienen desperdicio.

Ctrl + Alt + Supr…

sábado, 4 de septiembre de 2010

Más negro que los pies de Kunta Kinte*...

…así lo veo todo ésta semana.

En primavera, muy oportunamente, mi báscula dejó de funcionar. Este lunes por fin me decidí a comprar pilas nuevas y cambiárselas al trasto para ver si con ese sencillo gesto, el electrodoméstico más insolente de la casa dejaba de una vez la huelga y se ponía a trabajar. Yo ya notaba que cada vez lucía formas más redondeadas, pero cuando hice uso del diabólico aparato, todas las cervecitas, helados, barbacoas, tzatzikis, paellas, horchatas, ensaimadas rellenas y palomitas del verano, me cayeron encima.
Desde entonces estoy a dieta y tan depre que me he planteado sacarle las pilas a la báscula y chuparlas un poco a ver si el litio me regula el nivel de serotonina… ¡lo que el litio te da, el litio te lo quita!

Y yo que quería subir a Twitter una foto a lo Demi Moore…


Mejor lo dejo para cuando no parezca un Botero…


A parte de ingerir no mucho más de 100g de pollo y 100g de verduras en cada comida, bebo más de 3 litros y medio de agua al día en un intento desesperado por mear la grasa acumulada este verano (y alguna que queda del verano pasado):

                                          Consecuencia 1: Me bajo las bragas cada media hora.
                                          Consecuencia 2: Me lavo las manos cada media hora.
                                          Consecuencia 3: Tengo los riñones como los chorros del oro.

 Por si fuera poco, el próximo jueves es mi cumpleaños… los 31 no molan tanto como los 30 y mi estado premenstrual y la paranoia congénita que sufro, se han encargado de grabar en mi mente una imagen poco esperanzadora cada vez que pienso en ello: Yo, mi casa, gatos. Muchos gatos.


El devenir de la semana tampoco ha ayudado a mi estado de ánimo. He trabajado casi 50 horas, de lunes a sábado, me han subido la retención del IRPF y he cobrado menos después de putearme todo agosto en la oficina, el miércoles me tiré por encima un café con hielo y presumí de mancha marrón en mi camiseta blanca toda la tarde, el jueves me escupió una lata de atún a la hora de comer, me encargaron una presentación en Power Point sobre un tema apasionante: la configuración de cuentas Exchange para Office Web Acces … da igual, yo tampoco lo entiendo, 50 páginas, muy bonito y muy corporativo, pero que me ha regalado una migraña estupenda para viernes y sábado. Y para colmo, yo que había recomendado a mis padres la serie Modern Family -“Está muy bien, me rio mucho… os gustará”-, va mi padre el otro día y me pregunta: “¿En qué momento te reíste tú?”, con tono preocupado por mi salud mental, “es que nos sentamos todos a verla porque nos la habías recomendado y no sonreímos ni una sola vez”. Basta, esto parece un complot para hundirme en la miseria antes de los 31 y no lo tolero, como alguna vez vea un atisbo de sonrisa en vuestras caras con “La hora de José Mota” o “Cateto a babor”, me vais a oír.

Pero como soy una tipa optimista, empiezo a ver un ligero cambio de tonalidad con el fin de ésta sensacional semana: He merendado dos kiwis y, contra todo pronóstico, el segundo era el que estaba más bueno.


*Para los lectores con pañales (ya sea por haber nacido después de 1985 o antes de 1930): Kunta Kinte era el protagonista de la serie Raíces, estrenada por TVE el glorioso año de mi nacimiento y que fue el Lost de la época.