martes, 24 de agosto de 2010

Tienes un e-mail

Llevo días bastante desconectada de Meetic pero ayer recibí un email de un chico italiano:



Traducción:
Hola soy Luca, eres muy guapa. Estaré en Barcelona del 27 al 29 de agosto; ¿te gustaría que quedáramos y (si nos gustamos) lo pasáramos bien juntos?
Beso
Adiós!

 Lo que viene a decir:
Hola soy Luca, parece que tienes buenas tetas. Estaré en Barcelona del 27 al 29 de agosto; ¿te gustaría que quedáramos y (si me gustas) te ponga a cuatro patas mirando pa Cuenca?
Beso
Adiós!

Intento responder todos los emails y ésta ocasión, más que ninguna otra, lo merecía:



Traducción:
Hola Luca,
Por supuesto que podemos quedar este fin de semana. Mi tarifa es de 300€ por servicio, la habitación a parte. ¡Verás las estrellas cielo!
¡Besos para mi papaíto!

Lo que vengo a decir:
Hola Luca,
Preferiría ver la temporada entera de Gavilanes antes que quedar con un tío que debe haber enviado el mismo email a 30 solteras catalanas en un intento de asegurar polvo este fin de semana. No soy una puta aunque el horóscopo chino se empeñe en ello… ¡Yo follo gratis, pero con criterio!
¡Te robarán la cartera en el metro!

No me ha contestado.

¡Ah! Al final he podido descargarme la foto de la pintada en el lavabo, está colgada en el post anterior, donde se merece.

Si lo dice el chino será verdad...

Aunque algunos piensen que soy una perra por lo poco que he escrito este mes, según el horóscopo chino soy una cabra. Amables, sinceros, inteligentes y con gran capacidad creativa son algunas de las características atribuibles a los cabrones que nacimos en 1979. Lo que no me aclara el chino es de dónde sale ésta vagancia canina que se apodera de mí.


Las primeras dos semanas de agosto fueron realmente deprimentes. A la vuelta al trabajo, el mal tiempo y la regla, se le sumaron las vacaciones de Gemma –mi pareja cómica en la oficina- y Zanui –mi pareja cómica el resto del tiempo-, con lo que mi estado de ánimo y el blog sufrieron las consecuencias. Pero eso cambió la semana pasada. Como un Charlie Sheen cualquiera, resurgí de mis cenizas sociales y me encontré inmersa en varios eventos que impidieron que escribiera y que ahora me sirven de excusa (y de post):

Lunes 16 de agosto: A la salida del trabajo me pasé por casa de Jaume y Guiru para felicitar por su cumpleaños al más alto de los dos. Nos tomamos unas cervecitas con los amigos desplazados hasta allí por el mismo motivo y al rato, Guiru, Zanui y yo, partimos hacia la Plaça Reial para ver en directo a The Pains of Being Pure at Heart, grupo neoyorkino al que cada vez que menciono rindo tributo involuntario a Chiquito. El concierto se atrasó, seguimos con las cervezas y una vez dentro, después de tragarme a los teloneros, mi taja y yo decidimos largarnos a casa antes de que empezara el concierto de verdad.


La anécdota: No sé qué tienen las colas que a todo el mundo fascinan. Mientras esperábamos más de 45 minutos para entrar al Sidecar, dos turistas preguntaron a nuestra altura de la cola qué era lo que tan pacientemente esperábamos. Al responderles, sus caras reflejaron cierto alivio al descubrir que no se trataba de ninguna de las atracciones turísticas aparecidas en su guía Pilot.

Martes 17 de agosto: Siguiendo una tradición que se remonta 3 o 4 años atrás, tocó barbacoa previa a las Festes de Gràcia. Éste año, debido a la reciente mudanza de Jaume y Guiru, se celebró en el terrado de Zanui. Sin sillas y sin luz pero con mucha cerveza y unos chorizos criollos buenísimos, pasamos un buen rato antes de desfilar hasta Gràcia. Una vez allí, dimos una pequeña (muy pequeña) vuelta y presenciamos el espectáculo de Al Qaeda Sound System en la calle La Perla. Debería poner algún adjetivo al show… mmmm, lamentable, vergonzoso, enfermizo, ridículo… ¡una mierda, vamos! Sus hits “Piedra, Papel, Tijera” y “En Gaza se adelgaza” fueron suficiente para que a Zanui le cayeran mal las cervezas y se fuera a casa entre retortijones y lágrimas. Lo más divertido es que ellos mismos suben los videos de sus actuaciones en youtube:

La anécdota: A las 4 de la mañana, cuando hacía ya un rato que dormía, recibí una llamada de teléfono (no, no era Piqué) y como siempre me pasa en estos casos, no estoy muy segura de lo que dije. Si insulté a alguien, aunque estaría en mi derecho, ruego me disculpe.

Viernes 20 de agosto: Fue la celebración oficial del cumpleaños de Jaume y Laia. A ella en realidad le toca cumplirlos este miércoles pero en favor de la salud financiera del grupo, decidieron celebrarlo juntos. Fue todo un festival. Cenamos en la terraza de un hotel de lujo en la calle Balmes desde donde disfrutábamos de unas bonitas vistas de la ciudad. Luego nos acercamos hasta el Paralelo a tomar una copa antes de entrar al Apolo. La música estuvo muy bien y había la gente justa para no parecer vacío y poder bailar a tus anchas sin pasar calor. Después, un rato al Seven Crowns y para casa, en ésta ocasión, a la de Jaume y Guiru a los que pedí asilo por no apetecerme ir sola hasta la mía. Una de las cosas que recuerdo de esa noche es que hablé mucho, mucho tirando a demasiado. De mis preferencias en lo que a porno se trata, que si con tal no tengo feeling, que si el otro día soñé con José Sacristán, que si es muy complicado encontrar a alguien para dejar la soltería atrás… Y buena parte de éste discurso se lo llevó Sant Jaume al que comí la olla un buen rato antes de ir a dormir (no, no me he dejado ninguna letra, he dicho olla).

La anécdota: En un momento de euforia hice una cosa que no había hecho nunca antes. A mis casi 31 años y con un nivel de alcohol en sangre ideal para hacer gilipolleces varias, aproveché una de mis visitas al baño para escribir en la puerta “ZANUI ♥ AINOJA” con una llave y hacerle una foto con el móvil. ¡Dios, que bollo suena!


Domingo 22 de agosto: ¡Por fin hizo un día digno de playa! Cargamos toallas, pareos, periódicos, Cuores, etc. y nos fuimos a hacer el dominguero a Gavà. Playa-Chiringuito-Playa-Siesta-Dominó, fue lo único que hizo falta para olvidarnos de que hoy era lunes…

Para acabar, copio textualmente desde espaciotiempo.com: Aunque nos duela decirlo, las mujeres cabra corren el peligro de acabar siendo prostitutas o "esposas" de varios hombres. ¡Está escrito en los astros!

sábado, 7 de agosto de 2010

¡Si las quieres, bien y si no, las dejas!

Pensaba que se trataba de algo físicamente imposible, como chuparte el codo o dormir con los ojos abiertos (bueno, de hecho, esto último no es del todo imposible… dicen que, a veces, yo los dejo entreabiertos), pero resulta que no. Doy fe de que ocurre, yo misma lo he vivido esta noche y ahora mismo me siento una persona realizada y con la firme creencia de que todo es posible: ¡En los sueños porno (lo de “eróticos” sería en la época del destape) no siempre te despiertas en la mejor parte!

Tengo unos sueños raros de cojones, supongo que como todo el mundo, y ésta noche, a la novedad de “porno sin cortes publicitarios” le debemos añadir el clásico surrealismo felliniano:

Alguna parte de alguna ciudad. Toda la familia está en un piso de la planta baja de un edificio preparándonos para comer, mi madre y mis tías acabando en la cocina, mi abuela sentada a la mesa, mis tíos por allí tomando algo y lo que viene a ser la juventud, mis primos, hermanos y yo, poniendo la mesa fuera en la calle (es veranito…). Entro en la casa para buscar platos. Me encuentro a Piqué sentado en un sofá viendo la tele. “¡Hola Gerard!, ¿qué tal?”. Como si tal cosa, nada de griterío adolescente, incredulidad o excitación (de momento…). Empezamos a llevar platos a la mesa y todo el mundo va ocupando su sitio frente al plato de lentejas que se la ha asignado. A Piqué le han puesto el plato dentro, en una mesita pequeña que hay delante de la tele (¿qué coño estarían dando?) y cuando paso por ahí en el último viaje cocina-mesa, le digo: “¿No comes fuera? ¿Estarás aquí solo?”, a lo que responde: “Es que fuera hace calor, ven tú aquí…”. Salgo a coger mis lentejas y en tono sacrificado digo: “Me voy dentro para que no esté solo, pobre”. Entro y dejo el plato en la mesilla, me siento a su lado y… una cosa lleva a la otra. Magreos, besos, risas, babas y gemidos en el sofá. Las lentejas ni las he tocado. Cuando ya llevamos un buen rato miro por la ventana que tenemos justo encima y que comunica a la calle donde mi familia comía y les veo a todos abrigados hasta las cejas, muertos de frío como si fuera enero, callados y esperando una señal para poder entrar. Seguimos un rato más con nuestro personal potaje de piel y sudor, los dos últimos minutos fuego a tope y está listo para servir. En su punto. No me extraña que Arguiñano esté siempre tan contento. Como la cosa más normal del mundo aviso a mi madre de que ya pueden entrar y cuando vuelvo al sofá, aclaro con Gerard que sé que tiene novia y que lo nuestro han sido solamente una “lentejas”. En la siguiente escena que recuerdo estoy con mi hermano comprando maletas en Turquía… Piqué ha desaparecido pero me da igual, sigo dormida, sigo soñando y, ¡no me he despertado antes de apagar el fuego!




¡Ah, se me olvidaba! Hoy hace 21 años que mi madre se meó en la moqueta de mi habitación y con roja directa expulsó a Lucas del terreno de juego donde había pasado 9 meses. Desde entonces Lucas, que igual que a Fernando VII se le conoce como “el deseado” por ser el único concebido con premeditación y alevosía, en el afán de protagonismo que le caracteriza nos ha dado perlas imborrables en nuestra memoria como, sangrar por la nariz cada 2 días hasta que tuvo 10 años, reclamar su ColaCao antes de dormir -con amenazas a nuestra integridad física incluidas- hasta los 18, conciertos de pedos ficticios con cualquier parte del cuerpo: mano-mano, mano-sobaco, espalda-suelo, la parte trasera de la rodilla o “corvejones”; conciertos de pedos reales, apertura record de las fosas nasales, etc, etc…
En fin, aquí os dejo el ANTES y el DESPUÉS del susodicho:

 
 
 
 
 
                                                        Per molts anys Bro!

miércoles, 4 de agosto de 2010

La mierda que se creyó mariposa

Hoy, justo al aparcar la moto delante del trabajo y todavía con el casco puesto, ha tenido lugar uno de esos acontecimientos que pueden cambiar el transcurso de una vida… he pisado una mierda. Mis bonitas sandalias Vialis y yo no esperábamos empezar el día de esa forma, quizás a media mañana ya se hubieran torcido un poco las cosas pero, ¡¿tan pronto?! Después de arrastrar enérgicamente la suela de mi zapato contra la esquina de la acera para dejar la menor constancia posible de excrementos en ella, me he abierto camino hasta la entrada de la oficina con una disimulada cojera consciente de que no sería bien recibido mi apestoso rastro en el hall del edificio. Ya en el ascensor, en el que por suerte iba sola, me he sorprendido en el espejo con una mueca de asco más exagerada de lo habitual a mi llegada al trabajo. Creo que he dejado la marca de mis uñas en las puertas del ascensor en un intento desesperado por salir cuanto antes de esa cámara de gas en movimiento. Me he colado en el baño de la tercera planta, sin ni siquiera dejar el bolso en mi sitio, con la intención de mitigar los efectos de tan matutina metedura de pata a costa de un rollo y medio de papel de váter.

Eran ya las 12h en mi puesto de trabajo y la peste no remitía cuando un apuesto informático, nunca antes visto por esos lares, se ha presentado en mi mesa: “Hola, ¿Eres Ainhoa?”, “Sí, soy yo.”, “Es que el departamento de bla, bla, bla…” Y mientras tratábamos temas profesionales veía como su expresión se iba transformando poco a poco en la familiar mueca de asco que he descubierto en el ascensor, sin que mi gran sonrisa pudiera contrarrestar el efecto del tufo. Ya casi en la despedida me he decidido a lanzar un “all in” al más puro estilo pokerístico y le he soltado un “¿Te apetece un café?” que ha sufrido una respuesta rápida y tajante devastadora “No puedo, tengo mucho trabajo. Quizás en otro momento.”

Tras semejante cagada la imagen de una mariposa me ha venido a la cabeza. Según la teoría del caos, el aleteo de una mariposa en Pekín podría cambiar el sistema climático de New York un mes después. O lo que es lo mismo, pisar una mierda podría modificar el curso de situaciones venideras.



Si no hubiera pisado esa mierda todo habría sido muy distinto… “¿Te apetece un café?” “Sí claro, y porque no podemos salir de aquí que si no te invitaba a unas cañas…”. Ya en el office, con nuestra dosis de cafeína en la mano habríamos descubierto que somos fans de los mismos grupos del Facebook, que tenemos un amigo Dj en común, que nuestros horóscopos son la combinación perfecta sexualmente hablando y que nos apasiona el arroz a la cubana. Después de los 6 meses más divertidos, espontáneos y calientes de nuestras vidas, habríamos conocido a las respectivas familias y 8 meses más tarde decidiríamos ir a vivir juntos a un pequeño pueblo de la Costa Brava donde trabajaríamos desde casa en la novedosa red social que habíamos creado un par de meses atrás y que en poco tiempo nos reportaría el dinero suficiente para vivir tranquilamente y sin hipotecas los próximos 100 años. Pasados 2 años más, nacería Teo y, Chloe no tardaría mucho más en llegar. Felicidad, libido por los aires hasta los 80, compenetración máxima, risas… lo típico.

En cambio, al ritmo frenético que proliferan las mierdas en ésta ciudad me veo abocada al destierro sentimental, haciéndome fan de todos los grupos del Facebook a los que Zanui acceda, cocinando arroz a la cubana para uno una vez por semana, yendo a vivir con mis padres al pueblo, inseminándome en algún laboratorio estéril y con la imagen de un pegajoso cuentagotas como único recuerdo del padre de mi futuro y único hijo, pagando hipoteca hasta mi muerte y legando a Teo lo que quede de ella… Dios, si no hubiera pisado esa mierda… ¡¡¡SI NO HUBIERA PISADO ESA MIERDAAAAA!!!

Y no la pisé. Rebobinemos:

10:09h Llego con mi bonita Vespa a un rincón de la ciudad donde casualmente trabajo cada día y me subo con ella a la acera.

10:10h Apago el motor, bajo por el lado izquierdo, le pongo el caballete y miro en el retrovisor lo poco que se me ve de la cara mientras me desabrocho el casco.

10:11h Pongo la pitón enganchándola al manillar y me aseguro que queda bien bloqueada.

(SLOW MOTION)

10:12h Giro inocentemente sobre mi pie derecho para iniciar la marcha hacia la oficina mientras la brisa provocada por el grácil movimiento hace que mi vestido baile en el aire. Ha llegado el momento, mi pie izquierdo fijo en el suelo, el derecho se eleva, se despega de los grises adoquines y avanza con seguridad, empieza el descenso, el suelo está cerca, mis ojos detectan una mancha sospechosa en el lugar donde mi pie pretende aterrizar, confirmado, se trata de la mierda destrozahogares… (Recuperamos el ritmo normal de la imagen) Ligera corrección de trayectoria con saltito incluido y tomo tierra sana y salva a escasos centímetros de la “mariposa”.

No la pisé, pero la posibilidad de que un apuesto informático se pase por mi mesa es, de tan remota, ridícula. En mi empresa no hay de eso.