sábado, 7 de agosto de 2010

¡Si las quieres, bien y si no, las dejas!

Pensaba que se trataba de algo físicamente imposible, como chuparte el codo o dormir con los ojos abiertos (bueno, de hecho, esto último no es del todo imposible… dicen que, a veces, yo los dejo entreabiertos), pero resulta que no. Doy fe de que ocurre, yo misma lo he vivido esta noche y ahora mismo me siento una persona realizada y con la firme creencia de que todo es posible: ¡En los sueños porno (lo de “eróticos” sería en la época del destape) no siempre te despiertas en la mejor parte!

Tengo unos sueños raros de cojones, supongo que como todo el mundo, y ésta noche, a la novedad de “porno sin cortes publicitarios” le debemos añadir el clásico surrealismo felliniano:

Alguna parte de alguna ciudad. Toda la familia está en un piso de la planta baja de un edificio preparándonos para comer, mi madre y mis tías acabando en la cocina, mi abuela sentada a la mesa, mis tíos por allí tomando algo y lo que viene a ser la juventud, mis primos, hermanos y yo, poniendo la mesa fuera en la calle (es veranito…). Entro en la casa para buscar platos. Me encuentro a Piqué sentado en un sofá viendo la tele. “¡Hola Gerard!, ¿qué tal?”. Como si tal cosa, nada de griterío adolescente, incredulidad o excitación (de momento…). Empezamos a llevar platos a la mesa y todo el mundo va ocupando su sitio frente al plato de lentejas que se la ha asignado. A Piqué le han puesto el plato dentro, en una mesita pequeña que hay delante de la tele (¿qué coño estarían dando?) y cuando paso por ahí en el último viaje cocina-mesa, le digo: “¿No comes fuera? ¿Estarás aquí solo?”, a lo que responde: “Es que fuera hace calor, ven tú aquí…”. Salgo a coger mis lentejas y en tono sacrificado digo: “Me voy dentro para que no esté solo, pobre”. Entro y dejo el plato en la mesilla, me siento a su lado y… una cosa lleva a la otra. Magreos, besos, risas, babas y gemidos en el sofá. Las lentejas ni las he tocado. Cuando ya llevamos un buen rato miro por la ventana que tenemos justo encima y que comunica a la calle donde mi familia comía y les veo a todos abrigados hasta las cejas, muertos de frío como si fuera enero, callados y esperando una señal para poder entrar. Seguimos un rato más con nuestro personal potaje de piel y sudor, los dos últimos minutos fuego a tope y está listo para servir. En su punto. No me extraña que Arguiñano esté siempre tan contento. Como la cosa más normal del mundo aviso a mi madre de que ya pueden entrar y cuando vuelvo al sofá, aclaro con Gerard que sé que tiene novia y que lo nuestro han sido solamente una “lentejas”. En la siguiente escena que recuerdo estoy con mi hermano comprando maletas en Turquía… Piqué ha desaparecido pero me da igual, sigo dormida, sigo soñando y, ¡no me he despertado antes de apagar el fuego!




¡Ah, se me olvidaba! Hoy hace 21 años que mi madre se meó en la moqueta de mi habitación y con roja directa expulsó a Lucas del terreno de juego donde había pasado 9 meses. Desde entonces Lucas, que igual que a Fernando VII se le conoce como “el deseado” por ser el único concebido con premeditación y alevosía, en el afán de protagonismo que le caracteriza nos ha dado perlas imborrables en nuestra memoria como, sangrar por la nariz cada 2 días hasta que tuvo 10 años, reclamar su ColaCao antes de dormir -con amenazas a nuestra integridad física incluidas- hasta los 18, conciertos de pedos ficticios con cualquier parte del cuerpo: mano-mano, mano-sobaco, espalda-suelo, la parte trasera de la rodilla o “corvejones”; conciertos de pedos reales, apertura record de las fosas nasales, etc, etc…
En fin, aquí os dejo el ANTES y el DESPUÉS del susodicho:

 
 
 
 
 
                                                        Per molts anys Bro!

3 comentarios:

Brigitte dijo...

Mis sueños también son raros, como el de la semana pasada durante una siesta: de viaje a Madrid en taxi; al llegar a Madrid el taxista me llevó a ver al Corcovado y luego me dejó en un lago para que tomara el sol.

Pero me quedaría con Piqué y su plato de lentejas, sin duda alguna. El viaje en taxo hasta Madrid me salió caro...

Besotes

de campo y playa dijo...

Le das lentejas a Piqué? Qué cañí-Chus Lampreave!

Ainoja dijo...

Es que en otra vida fui de Vallecas y Piqué come de todo... Aaaayy como me come el Gerard!!!