domingo, 13 de junio de 2010

Marica, no desesperes, lo tuyo tiene cura

Hoy me he despertado casi sin abrir los ojos, no podía, mis párpados y las bolsas de los ojos estaban tan hinchados como los morros de Carmen de Mairena. Mientras desayunaba he leído en el Periódico, aunque con cierta dificultad por el estrecho espacio disponible para la visión, una noticia que me ha dejado atónita:

“Psiquiatras de BCN aplican terapias para ‘curar’ la homosexualidad” es el titular que ha provocado en mí, el efecto del que normalmente se encargan el café con leche y el cigarrillo.


Resulta que, Barcelona, una ciudad donde puedes disfrutar de tu sexualidad sin esconderla, con la rebautizada Gay-xample y sus banderas de colores, donde puedes pasear en pelotas por la calle si te apetece y se celebran todo tipo de eventos que abogan por la diversidad y la tolerancia, también alberga sórdidas clínicas homófobas donde reconvierten a los desviados en respetables padres y madres de familia; con tendencias suicidas y amarga existencia, pero respetables.

“En la Policlínica Tibidabo de Barcelona, el psiquiatra Joaquín Muñoz aplica terapias reparativas con el objeto de cambiar la orientación sexual de sus pacientes. Algunos acuden a su consulta por recomendación del párroco de la iglesia de la Mare de Déu del Roser.”

Bien, leyendo esto, quizás han exagerado con el titular. Yo soy hétero pero igual si quiero cambiar de orientación sexual el Dr. Muñoz también me puede ayudar.

“Aunque la homosexualidad dejó de ser considerada un trastorno en 1973 por la Asociación Norteamericana de Psiquiatría, la Organización Mundial de la Salud no la retiró de su catálogo de enfermedades hasta 1990. Hoy, 20 años después, el doctor Muñoz y otros colegas suyos siguen sin aceptar la decisión de la OMS, que atribuyen exclusivamente a la presión del lobby gay. «Nadie quiere ser homosexual, les cae encima –dice Muñoz–. Si con una pastilla pudieran cambiar su orientación sexual, el 99% querría tomarla».”


A éstas alturas ya tengo los ojos como platos, me acabo de enterar de que el mariconeo ha sido considerado una enfermedad en toda regla, como la esquizofrenia o la gonorrea.
Canceroso, eso es lo que nadie quiere ser, eso sí te cae encima y sí te meterías lo que fuera para dejar de serlo. En mi opinión, la causa por la que, aún hoy, hay personas que sufren en silencio su tendencia sexual y se flagelan por no encajar en el prototipo de familia cristiana, es la existencia de elementos como el Dr. Muñoz que, aunque con título universitario en la pared de su consulta, comparte raciocinio con el "Chuki", el "Yoni" o el "Rayas" de cualquier poblado chabolista.

“La homosexualidad, según Muñoz, es consecuencia de una primera atracción en la etapa adolescente hacia una persona del mismo sexo, hecho que determina la orientación sexual en adelante. Su terapia consiste en volver al punto de inicio: rebajar el deseo sexual del paciente gay con tratamiento farmacológico y sesiones de psicoterapia, para, a posteriori, dejar fluir su libido enfocándola hacia personas del sexo opuesto. «Cuando detienes la afectividad –afirma el psiquiatra–, al soltarla de nuevo se reorienta».”

¡Y que la OMS no considere enfermedad crónica la estupidez! Creo que el efecto de mi vacuna de la Gripe A está empezando a remitir, empiezo a notar rigidez en nuca y cervicales, tensión muscular y sensación de mareo. Si no recuerdo mal, síntomas de indignación.

“Muchos de los jóvenes que se someten a terapias de reparación lo hacen empujados por sus creencias religiosas, ya que la mayoría de las confesiones rechazan la homosexualidad. Es el caso del barcelonés Àngel Llorent, cristiano protestante que acudió a la terapia cuando tenía 17 años. Su vínculo con una parroquia homófoba le empujó a someterse durante 20 años a tratamiento para ahogar sus deseos homosexuales. Ahora, con 43, explica que intentó suicidarse tres veces durante el tratamiento, que le causó una depresión por su ineficacia.”


Ves, mucho mejor así… ¡un devoto suicida más y un maricón menos! Seguro que en su parroquia están muy orgullosos ¡¿Qué se creen estos pichafloja?! Que, ¿pueden frotarse y retozar con jóvenes adonis de cuerpos sudorosos sin pasar antes por el seminario? No amigo, no. Si te gustan los falos es que estás enfermo. Ahora, si los curas violamos monaguillos y se nos pone morcillona al dar la catequesis, eso amigo, es un designio divino.

“Hay otros psiquiatras que coinciden con las tesis del doctor Muñoz, como el especialista barcelonés Juan de Dou y el madrileño Aquilino Polaino. Sin embargo, las instituciones médicas y la gran mayoría de la profesión rechazan estas prácticas. El neurólogo y psiquiatra Joan Romeu, exprofesor de la Universitat Autònoma de Barcelona, afirma que intentar cambiar la orientación sexual de una persona es imposible, además de innecesario. Asegura que es una barbaridad y una muestra de gran ignorancia recetar fármacos como la sulpirida, con serios efectos secundarios. Sílvia Morell, psicóloga y sexóloga del Casal Lambda de Barcelona, explica que en su asociación se tratan jóvenes angustiados por su condición sexual, pero para ayudarles a superar las presiones del entorno y aceptarse a sí mismos.”

En fin, y yo que pensaba que para curar la homosexualidad bastaba con dejar de comer pollo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

En cada entrada te superas, felicidades!!!

Un petó guapa!!

Anónimo dijo...

Café y cigarro,muñeco de barro.
Que le den sulpirida(un antipsicótico,por lo q no puede darse como si fuesen caramelos para la tos) a un homosexual para q cambie de acera es tan acertado como que me den sintrón para que se me rice el pelo...flipante!
Fdo: Churriego

Ainoja dijo...

Ya te digo! todo el mundo sabe que para una buena permanente lo adecuado es el Rubifen...

Gemma dijo...

Ainoja, no te equivoques, para curar la homosexualidad lo que hay que dejar de comer son po.... Menos mal que una es lo bastante señorita como para saber cuando no terminar una frase, no menos absurda por cierto que la de los que creen que con una pastillita se arregla todo. ¿Contra la gilipollez no habrá ninguna cura? y pensar que les costaría lo suyo sacarse la carrera de medicina... Y mi madre preocupada porque yo no queria estudiar !!!

Anónimo dijo...

lo jodido es que aun hay mucha gente que comulga con esas ideas. Yo a estos les recetaba una buena dosis de supositorios "mexicanos" (grandooootes, como en el chiste) para que se les pasara tanta estupidez.
Sigue asi, te superas dia a dia.

Ainoja dijo...

Mil gracias!!! Pues venga, Chile Poblano por el ano, marchaaaandooo!!!

Anónimo dijo...

Eres genial , no cambies nunca.

Paco er cordi.