martes, 22 de junio de 2010

Más vale Sónar en mano, que FIB volando...

Me estoy gastando en festivales los ahorros que tenía para la universidad de los niños… se van a tener que apañar con la FP.

Como cada junio, tengo dos citas obligadas: el Sónar por un lado y la Agencia Tributaria por el otro, reclaman mi presencia en ésta época. Una de las citas me da por culo soberanamente, la otra, me colma de felicidad y satisfacción… que cada uno saque sus propias conclusiones. Para quien no esté muy puesto en la materia (¡que ningún moderno se me ofenda por favor!), el Sónar es el Festival Internacional de Música Avanzada y Arte Multimedia. Se celebra en Barcelona desde hace años, dura tres días y dos noches y ofrece una oferta musical de las que hacen plantearse la reinversión del presupuesto mensual para comida en el abono. Este año contó con la actuación estelar de Dj Rib, Pep para los fans, en la carpa Nokia del CCCB. El espacio era pequeño pero coqueto y la música no se oía… sin auriculares. Ahí estuvo nuestro cabeza de cartel, jueves, viernes y sábado, de 12h a 21h pinchando temazo tras temazo. Cuenta el maestro que la experiencia fue genial pero que rebobinar los casetes con un boli Bic fue duro, el año que viene se llevará un walkman autoreverse.


El Sónar de día, al que fui el jueves por primera vez, me pareció muy relajado, buena onda y con ese rollito verano-sol-música que a todos nos recuerda a Benidorm. Repetiré seguro, me encantó y además me abrió los ojos en varios aspectos.

Lo que descubrí el jueves en el Sónar de día:

1. Una amiga trabajando en la barra es un regalo caído del cielo.
2. Mi vejiga tiene el tamaño de una garrafa de Font Vella.
3. Calzar sandalias con cuña de 8cm para ir de festival, es de rubias o de masoquistas.
4. No llevar tiritas cuando se calzan sandalias con cuña de 8cm, es de rubias masoquistas con Alzheimer en estado avanzado.
5. Si no te sabes la letra de las canciones, mejor no cantes en una carpa donde la música sólo la oyen los que llevan auriculares.
6. En el Palau de la Virreina también se recogen las entradas del festival, así te ahorras la tortura psicológica que supone estar en una cola kilométrica por un tiempo indeterminado (tirando a largo), escuchando a lo lejos la música de los conciertos en los que no estás.
7. No todos los pakis venden cervezas.
8. Ir a trabajar con resaca a mi edad es como ir al insti y tener que correr la Course Navette a primera hora.
9. Después de 3 cervezas, los vascos entienden y hablan catalán sin problemas.
10. La moqueta verde que cubre el suelo de la zona exterior a modo de césped, es ignifuga.

Viernes noche…


Después de una maratoniana siesta y una cena ligera, nos acercamos al recinto del Sónar en L’Hospitalet donde esperaban nuestros amigos Hot Chip y otros 20.000 sujetos que me sonaban del Facebook. Los británicos estuvieron genial, como siempre, aunque los más entendidos dicen que el sonido fue malo. Bueno, yo no los oí bien porque olvidé cargar la batería de mi Whisper XL, pero los vi estupendamente gracias a las plantillas Be-Tall. Después era el turno de LCD Sound System en el escenario principal, llenamos las cantimploras y empezamos la excursión hasta allí. Tener espacio para movernos en el nuevo emplazamiento fue un salto cualitativo considerable pero, al rato, y como si los guiris se reprodujeran por esporas, volvíamos a ser unos cuantos miles. El concierto estuvo bien. Plastikman hizo las veces de sorbete, preparando nuestros estómagos antes del plato fuerte: 2 many DJ’s. ¡2 many for the body! No recuerdo si los había visto antes en directo, puede que sí, puede que no… ésta vez espero no olvidar el subidón al oír “Kids” de MGMT, el momentazo del cierre con “Love will tear us apart” de Joy Division o los pelos de punta cuando pincharon el “Así me gusta a mí” de Chimo Bayo… ¡Hu ha! Porque, fue real ¡¿no?!


Sábado noche…

De esa noche, la verdad es que puedo explicar más bien poco del festival, la razón es muy simple, no fui. Por lo que me han dicho, no estuvo mal pero el fiestón de verdad fue el viernes. De hecho, en Facebook ya se han creado grupos que dejan de manifiesto lo que os cuento, éste, es un ejemplo. Para más INRI y sin intención de meter el dedo en la llaga, siento ser yo la que les de la trágica noticia a los que festivalearon el sábado:
Mientras hacíais colas interminables por una cerveza, os pisoteaban los dedillos de los pies y los Chemical Brothers os desollaban los tímpanos, unos cuantos afortunados disfrutábamos desde el sofá de un ciclo de cine inaudito. Por una vez en la vida, los programadores de Cuatro, TV3 y A3 quedaron para tomar un mosto y decidieron rendir tributo a una estrella incomprendida de esas que dejan huella, emitiendo tres películas suyas: “En el ojo del huracán” a las 22:30, “Soldado Universal: el retorno” a las 23:55 y “Van Damme’s Inferno” a las 00:15. Lo sé, pero ahora no hay nada que hacer, la flagelación no es la solución. Por un momento, y viendo clonado de ésta forma a Jean Claude, pensé que había diñado y nos restregaban al muerto sin contemplaciones, en el típico necro-homenaje a los actores.


Ahora ya sólo falta la porculera cita con el borrador de la declaración...

2 comentarios:

José R. González dijo...

Supongo que esos festivales sí que merecen la pena, ¡no como el "Rock" in Río! :P

Ainoja dijo...

Uufff... Muette al Rock in Río!!! Un "festival" que junte a Shakira, Hanna Montana y Bon Jovi, no puede traer nada bueno...