miércoles, 19 de mayo de 2010

Criticar por criticar

Mañana iré al cine después de (…), bueno, no me acuerdo de la última vez que fui, aunque en realidad no creo que sea un dato importante. ¡Ah, sí! Ahora lo recuerdo, pero sigo pensando que es irrelevante para lo que voy a contar. En fin, que mañana iré al cine y, haciendo una demostración de la habilidad adivinatoria que me fue concedida al nacer, a continuación escribiré la crítica de la película que veré, es más, voy a predecir el argumento, la trama y el desenlace.
A mí me jodieron el “El sexto sentido” y entiendo perfectamente la desazón que se siente cuando te revientan el final de una peli, así que, como además de pitonisa soy buena gente, si tienes intención de ver el último estreno de Sir Ridley Scott**, Robin Hood, mi consejo es que dejes de leer en éste preciso instante. Ahora… Ya… Stop… Prou… ¡¡¡Paraaaa!!!
El medio riñón que cuesta la entrada irá destinado a Universal Pictures, espero que sepan valorar mi desinteresado gesto y hagan un uso responsable del cacho de órgano.




Mi predicción de Robin Hood:
(Margen de error: 5% Margen de acierto: 80% No me salen las cuentas: 15%)

Robin de Locksley, Robin Hood para los amigos, es un noble inglés del siglo XII (siglo arriba, siglo abajo…), despojado de sus tierras y de su churri por el sustituto de Ricardo Corazón de León, rey de Inglaterra, al partir éste a las Cruzadas. El rey accidental es Juan, hermano de Ricardo y un cabronazo como la copa del pino más alto del bosque de Sherwood, donde se esconde y vive como proscrito Robin. El tal Juan tiene un socio que es pura escoria, el Sheriff de Nottingham, con el que Robin no tiene mucho feeling que digamos. La ex de Robin, Marion, que es un poco calientabraguetas, le da calabazas a Juan y se une a los Latin Kings de Sherwood, donde se reencuentra con Robin y sus revolcones entre la maleza. Los L.K. de Sherwood están formados por un montón de campesinos harapientos, borrachos con buen fondo y un monje igualmente alcohólico que cobija a los niños bajo su hábito, que emigraron al bosque hartos de las colas en la oficina del INEM. Capitaneados por Robin, roban a los ricos para repartir la fortuna entre los más desfavorecidos. Las técnicas más utilizadas por la banda son el tirón de bolso, el timo de la estampita y el butrón. El arma secreta de Robin, a parte de unas mallas verdes de lo más favorecedoras y con las que vuelve locas a las féminas del lugar, es el arco que le dió Légolas al perder una apuesta y su destreza con él. Después de muchos encontronazos con el ejército de Juan, de los que habitualmente salen victoriosos los L.K. de Sherwood, Ricardo Corazón de León vuelve del crucero gay del que disfrutaba por el Mediterráneo y cuando ve el percal, destierra al trepa de su hermano. Al final, Robin y Marion se compran un loft en Nottingham para blanquear el capital acumulado con su actividad delictiva y celebran un bodorrio por todo lo alto. El rey Ricardo es una de las damas de honor y el afortunado en cazar el ramo de la novia cuando ésta lo lanza al aire como dicta la tradición. A partir de entonces, cada uno en su casa y Dios en la de todos.



Mi crítica de Robin Hood:

No me gustará, se me hará larga, lenta y oscura, por lo que me quedaré dormida un rato, aproximadamente unos 15 minutos, de los que no hablaré como muestra de mi total objetividad. Russell Crowe estará sobreactuado y su acento neozelandés delatará que no nació en la isla donde reparte leches y flechas a mansalva. Kate Blanchett aparece igual de pálida que en El Señor de los Anillos pero sin las orejas de Spock. Su personaje me parecerá tremendamente repelente y con un toque prepotente insufrible. El resto del elenco pasará sin pena ni gloria y echaré de menos a Joaquín Fénix encarnando al monje pederasta.

Después de tan magnífica crítica se me quitan las ganas de pagar por ver semejante bodrio. Todo sea por demostrar la magnitud de mis poderes mentales.


**La Reina Isabel II debe estar hasta la corona y el cetro de investir caballeros. Para mí que le conceden el título de “Sir“ a cualquier hooligan que no se mee en el portal de su vecino… Aunque, visto así, tampoco debe de haber muchos.


7 comentarios:

LagartijaMan dijo...

Ah, pues si es así iré a verla, a dejarme sorprender, y voy a predecir que no voy a estar de acuerdo con tu critica... no por nada, sino por llevar la contraria (es mas divertido...)

Ana dijo...

Como dice Gemma en alguno de sus comentarios, estás como una chota. Cosa que , por otro lado, me encanta, porque gracias a tu falta de cordura me vuelvo a descojonar como hace tiempo que no lo hacía.
P.D.: Mi versión favorita es la de Walt Disney...la he visto docenas de veces (bueno, tal vez no hayan sido tantas)pero muuchas.

Ainoja dijo...

Lagarto: ¿tú estás seguro de lo que vas a hacer? ...mira que a tu edad igual necesitas de todos tus organos intactos!!!

Tieta: en la versión de Disney, Marion no es un poco calientabraguetas, es una completa zorra!!!

Gemma dijo...

Bueno, veo que Ana y yo coincidimos en lo de que estás loca, aunque está claro que es mucho más divertido... Y en cuanto a la peli decir que ya no tengo intención de ir a verla, pues ya has desvelado el final ... podrían idear la votación automatizada mediante un pulsador ubicado en la butaca para poder elegir entre 3 finales distintos, no? pero claro es más fácil hacer un remake y poner al madurito fondón de turno...

LagartijaMan dijo...

Yo lo que quisiera es no tener los 'organos intactos' sino los 'organos tactos'... que da mas gustirrininnnnnn !!! Ey, desde un punto de vista puro y casto, no fotem !!!

Ainoja dijo...

No estoy loca, soy diferente... Si estuviera loca ya habría obedecido a las voces y me habría presentado al casting de GH... Ah no, ¡que para concursar en GH solo hay que ser subnormal!

Es verdad, los órganos, contra más tactos, mejor!!

Yoesquesoydeletras dijo...

La última vez que yo fui al cine creo que aún era en blanco y negro. Pero ver al Crowe una vez más combatiendo el mal en solitario no me anima mucho a reencontrarme con el séptimo arte. Me da la sensación de que está haciendo la misma peli una y otra vez, sólo cambia el color de las mallas.